jueves, 13 de febrero de 2020

3 GNOSSIENNES. GNOSSIENNE NO.1- OLOF HOJER

3 GNOSSIENNES GNOSSIENNE NO.1- OLOF HOJER

En el fondo de aquella casa de paredes agrietadas como venas hinchadas de rabia; suelo ceniciento y techos llenos de aureolas de manchas, apareció la dama blanca junto a su can azabache y ojos de plata, deslizándose ambos por la ventana.
*LA AMA: ¿Cómo has venido?
nadie te esperaba.
Miró la dama al ama en un silencio al vacío, que hasta los mismísimos tímpanos imploraban a gritos palabra, para no reventar del silencio tan nítido de aquel momento en aquella casa. Salió de la estancia la dama con su can azabache y luceros de plata y continuaron su marcha.
*LA AMA: ¿Qué buscas,
qué demandas?
y aparecieron ambos en la cocina; ni nadie, ni nada.
Y aparecieron en los aposentos; ni nadie, ni nada.
Y de cada vez más lejos se oía al ama:
-¡No hay nadie en esta casa!
Y en el último espacio que les quedaba por ser observado, vieron en la puerta un halo, y aparecieron en el baño.
Y apareció la niña albina, hecha una bolita, con la cabeza entre las rodillas rezando en voz de hilo a su dios favorito mientras contaba con los dedos cuántos padres nuestros le quedaban.
Quedó mirando la dama y sentó mirando el can con las orejas arriba dos horas muy largas.
Y de pronto, la niña levantó muy sosegada la mirada.
Y de pronto la dama pálida y el can tizón y plata parpadearon en la misma milésima de nada.
Y de pronto la dama nevada habló con la voz arrastrada y dijo tras una pausa:
-Era broma, niña blanca.
Y marcharon ambos, por la ventana.

No hay comentarios:

Publicar un comentario