jueves, 13 de febrero de 2020

MANIFIESTO DE UNA MAÑANA INDIGNADA


Me he dado cuenta de que donde dije digo digo Diego y que la opinión de ciertas personas, podrían cubrirse con, hirviendo, caramelo.
Me he dado cuenta, de que si dices lo que toca, aunque no lo practiques, te dan dinero.
Me he dado cuenta de que procrastinar, CASI nunca lleva a buen puerto.
Que si todos nos cogieramos de la mano en un círculo gigante de amor, sacaríamos la kalasnikov y quedaría un círculo de muertos.
Que si lloras tus desgracias en redes, en bares y pafetos como si las personas a las que lo cuentas fueran las únicas en saberlo, consigues que te den cosas, a veces mejores que un sueldo, porque pobrecite, es que sufre por dentro.
Me he dado cuenta de que querer es poder cuando quieres por encima de otros mientras paz y amor es tu mantra y luego compartir es lo de menos.
Y que si quieres hacer algo bueno, hay un laberinto inconmensurable de papeleo que te impide el deseo.
Y me he dado cuenta, de que ahora cuando cague por tercera vez, después de una noche de Telepizza, toda esta mierda, se disolverá con la cadena y se perderá en el océano.

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