miércoles, 1 de marzo de 2017

JUGAR TE HARÁ LEVEAR EN LA VIDA REAL


    Hola Ladies and gentleman y gamers de aquí y de allá. Hoy os traigo el “zas en toda la boca” para los que se meten con nosotros por tener este hobbie tan chachi de la realidad virtual. Daphne Bavelier, una neurocientífica de lo más salao’ en este mundo, ha hecho un estudio con más colegas sobre el impacto neurológico que tienen los videojuegos en nuestras cabecitas.

    Como puse en mi anterior post, y que esta señora corrobora, cada vez es mayor el porcentaje de usuarios de todo tipo de videojuegos y que lo que nos depara el futuro es artritis y arrugas, pero enganchados a un buen videojuego. Bavelier muestra una estadística que afirma que tras UN MES de la aparición de Call of duty, en todo el mundo, se jugaron 600 millones de horas, que traducido a años (que duele más) son 68.000 años jugando. Es para pensárselo ¿No?

     Pues bien, Bavelier, en su ponencia, responde a unos cuantos mitos sobre lo malos que son los videojuegos para nuestra salud exponiendo los resultados de experimentos con jugadores de entre unas 5 y 15 horas semanales de consumo y gente que no suele jugar:

  1. - LA VISTA EMPEORA:
Sucias mentiras. Daphne demuestra que:

- La vista de un jugador medio es mejor de la de los que no juegan.

- Resuelven mejor una escala de grises, esto es, por ejemplo, si vas en tu coche y hay una niebla del copón, gracias a Silent Hill, tendrás mayor visibilidad y, por tanto, mayor probabilidad de no meterte un toñazo con el coche en el intento.

     2- PROVOCAN PROBLEMAS DE ATENCIÓN:

Más mentiras de los muggles:

- Resuelven detalles en un contexto abarrotado, es decir, somos capaces de tener controlados más objetos en movimiento. Y está claro que el resto de gente que no ha tenido que distinguir enemigos de aliados para matarlos tienen esa capacidad más mermada.

- Rastrean mejor objetos en el mundo que les rodea. La gente normal tiene una capacidad de mantener la atención en máximo 4 o 5 objetos a la vez. Los gamers superan esa media en la atención de 6 a 7 objetos.

- Los gamers tienen mayor capacidad de reacción. A quién no le ha dado un micro infarto en el Resident Evil y ha tenido que defender su vida como ha podido.

    Para acabar de vacilar con todas estas pruebas avaladas por la ciencia, Bavelier hace fotos a cerebritos de gente selfie y brunch y cerebritos de jugadores habituales y, por lo que se ve, en los usuarios de realidad virtual la zona del córtex parietal (orientar la atención) lóbulo frontal (cómo mantenemos la atención) y en el giro angular anterior (cómo asignamos y regulamos la atención y resolvemos conflictos) es muchísimo más eficiente en jugadores sobretodo de juegos de acción o shotters.

    Así pues, no me enrollo más, jugar es más sano que no jugar ¡Pero siempre con mesura chicos! Que siempre se nos acaba yendo de las manos con aquello de: “Una partida más y paro” (otra sucia mentira). ¡Hasta el viernes que viene!



(PARA WEB www.adoptaungnomo.com)

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