ANASTASIA (LA QUE NO
HACE GIMNASIA) PÉREZ BENEYTO SE ENCUENTRA AL AMOR DE SU VIDA PERO LE TIENE QUE
DECIR QUE NO PORQUE NO ESTÁ EN SU MEJOR MOMENTO PARA ENTABLAR OTRA RELACIÓN
LARGA. ASÍ QUE SE PONE LA CANCIÓN “Thirteen Thirtyfive” DE DILLON Y SE LO DICE
POR ESCRITO.
Espérame itinerante.
Y si luego no te
tengo,
seré la primera en
morir
y hacerme vieja
pensando en que dejé
que el azahar
se escapara de mis
manos yermas,
asustadas por
quererte
tan sumamente cerca.
Es decir,
que te dejé ir,
con un terrible
conocimiento de causa
y con el corazón
impaciente,
por calzoncillos y
bragas,
estrellas
desorbitadas
y todas las lunas que
podía conquistar
noche tras noche
con mi Visa de
chatarra,
el Tinder,
mis ojos negros,
adopta un tío,
meetec
y Telma y Lois
hasta el culo de speed
y con su propia casa
encantada.
Culparé al tiempo,
por haberte puesto
bajo arresto en otro
universo
y que te dejara libre,
en mi peor momento.
Culpo al tiempo,
porque desde que
conecté con tu cerebro,
sabía que quería
repoblar el mundo entero
contigo
y bien agarradita a
tu pelo.
Supe,
en pretérito
perfecto,
con la acción
terminada,
que quería retomar el
mundo
por tierrra y cielo,
montarlo y
desmontarlo,
darle la vuelta,
coger un globo supersónico
y subir allí arriba;
para sentarnos a
mirar a la cara a Orión
y pasar por delante
de Venus,
para darle las
gracias,
por habernos
concebido.
Espérame itinerante,
por tu bien te lo
digo,
pero espérame,
por Dios bendito.
Que lo mío es un
ratito,
y tus ojos galaxia
verde miel,
son y serán
siempre,
mis favoritos.
Adiós, adiós
mi jóven principito.
Rezaré a quien sea
para que te guarde
bien,
para mi ladito eterno.
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