Hurgarse la roña de
entre los pies,
Oler tus pedos
propios como si fueran gourmet,
El olor a pies,
En el punto justo,
En el que no huela a
cadáver de anteayer
Macerado con perro
muerto y mojao’
Y pescado en mal
estado y ácido de El Corte Inglés.
Dejarme la cera de
los oídos a lo Shrek
Y luego sacarla toda
con el bastoncillo
Joder, eso es casi
como el sexo consentido,
Os lo digo.
Sacarme un moco con
costra
Y dos metros de moco
blando detrás,
Quitarle las legañas
al perro,
Explotar un grano
asentado,
Sacar la mierda de un
poro,
Desenquistar los
pelos de cualquier parte
Y el olor a axila,
De uno… o dos días,
Que a mí de verdad,
Es algo que me
excita.
Quitar los pelos de
un mes
De la pila,
Pero ojo,
De la mía.
Dejarme costra
En el agujero del
pendiente
Y a la semana
Poner el lóbulo
Entre el índice y el
pulgar,
Y masturbar la herida
Hasta que sangre
Y vuelta a empezar.
Usar el hilo dental
después de un mes,
Ver lo que sale
Y pararme luego a
oler,
Quitarme esa caspa
rara e incrustada
De detrás de la
oreja,
Quitarme la caquita
de las uñas,
Dejar que la mierda me coma
Y luego limpiarlo
todo de una sentada
Y fumarme un cigarro
mientras admiro
Mi heroica hazaña.
Y por último,
Una muy asquerosa:
Olerme el ombligo
Después de haberlo
penetradoOG
Con el índice
Y mi corazón rotito.
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