Según la
RAE, la primera acepción de la palabra Nacionalismo es:
Sentimiento
fervoroso de pertinencia a una nación y de identificación con su realidad y con
su historia.
Así que yo
grito:
¡Viva
España!
Y se me
llena la boca con esa Ñ tan nuestra.
¡Viva
España!
Aunque
estéis llamando ahora mismo a los Antifas más radicales para darme una paliza
de las buenas.
España, con
su pescaito frito, su paella, sus calçotaes, sus vinos, su Lord jamón, sus embutidos y sus quesos benditos,
¡Que levante
la mano quien no sepa que la uva y el queso saben a beso!
Pero a beso
de morreo, lengua y magreo.
¡Oh España!
Con su
petanca, su tapa y caña, sus terracicas,
Sus verbenas
de pueblo
Y con sus
niños y niñas guapas.
Con su
flamenco y olé
Y su orgásmica
cultura de la siesta
Tanto la del
borrego como la de después del cocido de tu abuela.
Oh España de
mi corazón rojo,
Como las
tapas del bocadillo de nuestra bandera,
Que aunque
la combinación de colores me parece un poco hortera,
Da fe de
nuestra personalidad:
De nuestro
por mis cojones que llego a las Indias,
O de nuestra
armada invencible que conquistó Inglaterra entera desde la orilla.
De nuestra
pasión por la sangre,
En bodas,
religión, política y letras.
Porque ya se
sabe que la letra, con sangre entra,
O si no la
manía esa tonta de Paquito por los paredones, los rojos y su sangre fresca.
Oh España de
mis amores,
Con todo su
siglo de Oro bañado en sus magníficas letras,
De nuestra
pareja insuperable quijotesca,
De nuestro
nuevo arte de hacer comedias,
O De nuestra
incomparable literatura picaresca.
España, con
nuestros vagos y maleantes de pura cepa,
Con nuestros
refranes,
Que
enseñaron más que veinte biblias juntas,
Aunque con
veinte biblias juntas nos aplastaran la cabeza.
España mía,
Con su auto
parodia y auto conciencia recelada,
Resguardada
en nuestra verdad absoluta más chulesca para con todo lo de afuera,
Con su
idioma tan concreto, versátil y colmado de riquezas ajenas.
De verdad,
el mejor latín chapurreao que he escuchado nunca.
Y nuestros
gitanos ¡Por Dios! Nuestros gitanos tan salaos y con toda su variedad léxica.
Nuestra
historia repleta de hambre, imperio, decadencias, deuda, cruces, lunas, miedo,
manjares, capas y espadas, honor y honra, teatro , conquistas y su maravillosa
España negra.
Cómo no me
voy a sentir identificada si soy hija de esta tierra
Y tengo
estos Edipos raros con ella.
Pero como
buen Edipo,
La mataría
por la segunda parte de este poema.
Segunda
acepción del nacionalismo,
Ideología de
un pueblo, que afirmando su naturaleza de nación, aspira a constituirse como
estado.
Comprendo,
que en su momento, era lo correcto.
Estábamos en
esa etapa veinteañera
De “Yo ya
soy adulta y mi verdad ya es la verdad verdadera”. De “Yo puedo con todo porque
soy la repera,
así que voy a conformarme como persona hecha,
derecha y entera.”
Pero no me
jodáis, la hicieron buena.
A mí por lo
menos, ahora sólo me apetece huir de esta España y poner otro parche a mi cabeza,
Para no
pensar en cómo no suicidarme para poder quedarme en ella.
Como tenga
que volver a rellenar un currículum más
O describir
cuáles son mis aptitudes de servidumbre,
Me pego un
tiro aquí mismo, sobre la palestra.
Por fin
conseguí ese título de la Tierra Prometida con sus pertinentes
Varios
De miles
De euros
menos en mi cartera,
Para,
oficialmente y título en mano, limpiarme el culo de arriba abajo y de dentro hacia afuera
Con la hoja
apuntando bien a la mierda
por la parte de la firma del rey Felipe VI y ,
por extensión, de toda su familia marrullera.
O si no
hablemos de la cultura,
Que intenta
salir de su agujero con una losa de mármol, cuñados y belenistas sobre su
cabeza,
O hablemos
del sistema de votos,
O de la
repartición de fondos,
O hablemos
de las becas,
La
burocracia, la impuntualidad,
La fuga de
cerebros, la justicia
O del
comportamiento esquizofrénico de hacienda.
Hablemos de
esta España de la hostelería y venta directa,
Hablemos de
Avón que llama a tu puerta,
O Hablemos
del aeropuerto para raves y macrofiestas.
¡Que arda
España entera!
Y me quedo
corta.
De nuestra
política de todo queda en familia,
De nuestra
política de sobres, coches oficiales, alfombra roja y recortes.
La España
del desempleo,
Y tan gran
productor de chupópteros de las ayudas para rascarse los huevos.
La España de
El corte Inglés, Mercadona e Inditex.
¡Que arda
España!
Y que el
fuego se lleve a los machitos de camisa abierta,
Y a los
toreros que se enfrentan a la bestia porque es más sencillo que enfrentarse al
monstruo de sus cabezas.
Y a todo ese
porcentaje de funcionarios, que nacieron con ello,
Que lo
hicieron todo a cuenta con paga,
Con caras
largas y ojos y cerebros muertos
Para poder
sentar esos muslos sobre sus silla de siempre,
Para hacer
lo mismo con la misma desgana,
Cada maldito
día de su vida fotocopiada, superficial y vaga.
Para
suavizar esto último, diré que esto es envidia pura.
Lo aceptaría
sin mirar
Sólo por no
sufrir jamás más,
La
inestabilidad de mi cuenta corriente
Para pagar, pagar y seguir pagando
Mi impuesto
vital.
Así pues
(que ya se me ha ido de las manos)
Concluyendo
esto del nacionalismo,
Mi
nacionalismo español, como veis, es un Edipo de libro abierto,
Que se
follaría a su madre fuertemente,
Y mataría a
su padre sin remordimiento,
Que como
suelen decir por ahí,
El padre,
siempre suele ser el malo del cuento.
No hay comentarios:
Publicar un comentario